En una preciosa conversación entre dos sabios del siglo XX, Jiddu Krishnamurti, el maestro espiritual, y David Bohm, el físico cuántico, discuten sobre qué hace que el cerebro se contraiga a lo largo del tiempo, se vuelva más rígido y menos plástico para aprender.
Su conclusión es la siguiente:
La causa de la pérdida de plasticidad es la repetición. La exposición repetida a algo hace que lo aprendamos, pero, a su vez, limita nuestra capacidad para aprender más cosas.
En realidad hay dos elementos que determinan nuestra pérdida de plasticidad:
- La repetición
- La edad (o momento) de adquisición
Estamos acostumbrados a escuchar que a un niño le resulta mucho más sencillo aprender otro idioma que a un adulto, a hablar de ellos en términos de «esponja» 🙂
Por ejemplo, Johnson y Newport, han demostrado que la capacidad de aprender la morfología y la sintaxis de un segundo idioma desciende bruscamente a los siete años de edad. La capacidad de adquirir nuevos fonemas decae incluso antes, y el aprendizaje léxico sigue los mismos patrones.
De lo anterior, podría deducirse que las palabras que se aprenden antes parten con ventaja, e incluso cabría la posibilidad de extrapolar estas conclusiones a otras áreas de conocimiento. O, lo que es lo mismo, que lo que aprendemos antes en nuestra vida tiene muchas más probabilidades de permanecer.
Mientras el resto de los factores permanece constante, las palabras que se aprenden antes se reconocen más rápido y más eficientemente que las aprendidas en momentos posteriores de la vida» (Ellis, A. W. & Lambon Ralph, M. A).
Este fenómeno se observa en la latencia, que es el tiempo que trascurre entre que vemos una palabra escrita y somos capaces de empezar a pronunciarla. El hecho de que se produzcan respuestas diferentes ante distintas palabras ha provocado numerosas preguntas acerca de las causas que lo originan.
En un primer momento se pensó que solo tenía que ver con la frecuencia con la que aparecía (en el idioma y en el ambiente sociocultural del hablante).
Más adelante, los estudios psicológicos, revelaron que la edad de adquisición guarda una relación muy estrecha con su latencia.
En la actualidad, se cree que ambas, la frecuencia y la edad de adquisición, contribuyen de forma independiente a determinar la latencia.
Carroll y White fueron los primeros en relacionar la edad de aprendizaje de las palabras con la velocidad de procesamiento de las mismas en los adultos; observando la correlación existente entre la latencia y la edad a la que los niños aprenden los nombres de los objetos.
Y te preguntarás…
- ¿Significa esto que me vuelvo menos plástico con el tiempo?
- ¿Quiere decir que mi cerebro se va contrayendo?
- ¿Implica que todo lo nuevo que ocurre a mi alrededor tiene menos probabilidades de «quedarse»?
La respuesta corta es SÍ 🙂
El cerebro es una red de neuronas y conexiones y, cuando las conexiones entre neuronas se fortalecen (en lo que influye la frecuencia y la edad), son más difíciles de «romper», y mantener tu cerebro plástico para adaptarse a nuevas experiencias.
En mi caso, simulé hace muchos años (pero que muchos) este efecto con redes neuronales artificiales y es impresionante observar cómo decrece nuestra capacidad para aprender una vez que la red se ha moldeado inicialmente.
¿Qué puedes hacer para mantenerte «plástico»?
No todo está perdido.
Ya sabes que siempre digo que somos el resultado de los estímulos a los que nos exponemos, y que podemos elegir dichos estímulos y provocar los cambios que deseemos en nosotros mismos.
Si quieres mantenerte plástico tendrás que someterte a estímulos diferentes. Tendrás que convertirte en un arquitecto de tus estímulos.
Para eso te ayudará:
- Aprender nuevos idiomas
- Estudiar otras materias distintas a la tuya
- Viajar a lugares distintos
- Hablar con personas diferentes a las habituales (de otros sectores o de otras culturas), ampliando tu círculo de contactos
- Leer libros distintos (probar nuevos autores), periódicos (nuevas líneas editoriales/de opinión), o canales de TV, o mejor venderla en wallapop…
- Descubrir nuevos grupos de música
- Cambiar tus recorridos habituales, visitar zonas distintas de tu ciudad, variar tus desplazamientos…
- Mantener viva tu curiosidad
- Estimular el pensamiento lateral cuestionándote tu status quo
Si quieres seguir trabando tu plasticidad, aquí te dejo algunas sencillas técnicas de creatividad para entrenarte. Espero que te sirvan de ayuda!
Para saber más sobre plasticidad y edad de adquisición
Si quieres saber más, aquí te dejo un montón de referencias:
- Mark A. Smith, Garrison W. Cottrell, Karen L. Anderson. The Early Word Catches the Weights. 1999.
- Oldfield, R. C. & Wingfield, A. Response latencies in naming objects. Quarterly Journal of Experimental Psychology 17, pp. 273-281. 1965.
- Morrison, C. M. & Ellis, A. W. Roles of Word Frequency and Age of Acquisition in Word Naming and Lexical Decision. JEP:LMC, 21 pp. 116-133. 1995.
- Ellis, A. W. & Lambon Ralph, M. A. Age of Acquisition effects in adult lexical processing reflects loss of plasticity in maturing systems; Insights from connectionist networks. 2000.
- Gerhand, S. & Barry, C. Word frequency effects in oral reading are not merely Age-of-Acquisition effects in disguise. JEP:LMC, 24 pp. 267-283. 1998.
- Gerhand, S. & Barry, C. Age of acquisition and frequency effects in speeded word naming. Cognition, 73 pp. B27-B36. 1999.
- Steyvers, Mark & Tenenbaum, Josh. Small Worlds in Semantic Networks. 2000.
- Brysbaert, M., Van Wijnendaele, I. & De Deyne, S. Age of acquisition effects in semantic processing tasks. Acta Psychologica, 104, 215-226.
- Zevin, Jason D. & Seidenberg, Mark S. Are there independient Age-of-Acquisition Effects in Word Reading?. 2000.
- Johnson, J. S., & Newport, E. L. Critical period effects in second language learning: the influence of maturational state on the acquisition of English as a second language. Cognitive Psychology, 21, 60-99. 1989.