Estoy aprovechando el verano para leer algunas cosas, entre ellas The Happiness Advantage, de Shawn Achor.
Achor nos recuerda en su libro que las personas optimistas se marcan más objetivos (y más ambiciosos), se esfuerzan más por alcanzarlos, se comprometen más ante la adversidad y superan los obstáculos con mayor facilidad que las personas pesimistas. Las personas optimistas también responden mejor en situaciones de alto estrés y mantienen niveles altos de felicidad en momentos difíciles.
Para mí el nivel de optimismo sería uno de los primeros criterios a la hora de contratar a alguien. ¡Contrata optimismo! Primero me preguntaría, ¿me apetece trabajar con esta persona?, después comprobaría su nivel de optimismo y, por último, hablaríamos de todo lo demás 🙂
¿Qué opinas? ¿Qué priorizarías a la hora de contratar a alguien?