Si no lo has leído, te recomiendo el libro de Simon Sinek, Los líderes comen al final. Me ha gustado mucho como relaciona algunas hormonas con distintas formas de liderazgo, las hormonas egoístas (endorfina y dopamina) y las altruístas (serotonina y oxitocina). También te recomiendo su conferencia cómo los grandes líderes inspiran a la acción. Es todo un crack.
La oxitocina es la hormona del amor y la confianza, y la verdad es que necesitamos más culturas corporativas con un liderazgo basado en el amor, la generosidad y la confianza. Esto que suena muy «soft» para mí es una gran ventaja competitiva sostenible. Como dice mi gurú Tom Peters «lo soft es hard». Y como dice Tony Hsieh, y que he incorporado este año como mantra personal: «en las organizaciones la cultura es el destino».
Me gusta un ejemplo que usa Sinek en su libro en referencia a los espartanos como sociedad guerrera de la antigua Grecia. Sinek nos recuerda que su poder no procedía de la agudeza de sus lanzas, sino de la fortaleza de sus escudos. Se consideraba que perder el escudo durante la batalla era el crimen más grave que podía cometer un espartano, castigado con la pérdida de la ciudadanía.
Si no lo entiendes en la siguiente ilustración se ve mucho más claro. Si un espartano pierde su lanza durante la batalla le puede costar su vida, pero si pierde su escudo es el grupo el que se ve debilitado, que funciona como una unidad compacta, como un gran caparazón, en el que cada uno tiene que confiar en la disciplina (y los escudos) de cada uno de los demás. Todos juntos en esto 🙂
¿Qué significa el círculo rojo de la ilustración anterior? Un montón de valores… Confianza, cohesión, colaboración, respeto, etc.
Felicidades Sinek por tu magnífico libro, y felicidades a Empresa Activa por editarlo en castellano.
¡Que lo disfrutes! Un abrazo.