Ya lo dice Leiva en Mi pequeño Chernóbil, «solo es humo y nada más, se parece tanto al veneno de medusa, que roza y quema en un instante fugaz».
Cada vez estoy más contento de haber escrito Influencers, creo que el mundo lo necesitaba 😜.
Pero si te parece, antes de que te cuente mi rollo, disfruta de la canción completa de Leiva (una auténtica maravilla que no me canso de escuchar)
¿Por qué digo que es humo y nada más?
La mayoría de lo que se ha escrito (y escribe) sobre influencers se centra en ayudarte a lograr las consecuencias (básicamente, en ser influyente y ganar dinero).
Y las consecuencias (no te olvides) son solo eso, consecuencias: humo y nada más, veneno de medusa, una montaña rusa fugaz.
En mi opinión es un error centrarse en ellas (y es el error más habitual).
La primera conclusión a la que me llevó nuestro libro fue la siguiente, aunque suene paradójica:
Querer convertirte en un influencer digital nunca debería ser un fin en sí mismo. Al igual que ganar dinero tampoco debería ser un fin en sí mismo.
Carlos Rebate, Influencers
Si queremos construir una marca personal sana e íntegra, no patológica, que brille con luz propia sobre las demás, debemos REFORMULAR LA ECUACIÓN y llevar ambas cosas (ser influyente y ganar dinero) a la categoría de CONSECUENCIAS.
Reformular la ecuación nos permitirá quitar de nuestro objetivo la influencia, ganar dinero y el nº de seguidores, y centrar el tiro en lo verdaderamente importante:
¿Cuál es TU MISIÓN PERSONAL? (¿qué es eso que vas a hacer por los demás que va a mejorar sustancialmente sus vidas o dar respuesta a sus necesidades y/o problemas más acuciantes?)
Carlos Rebate, Influencers
Si te centras en servir a los demás y en aportar un valor alucinante, las consecuencias llegarán, inevitablemente.
Pero no te centres en las consecuencias (o fracasarás) y te convertirás en alguien que no quieres ser.
Así que, centrate en los fines, en tu misión personal (si quieres saber más, sobre esto he escrito bastante, Tu empresa secreta, dos capítulos completos de El antídoto, y el post Ikigai)
¿Cómo aprender a vivir con el humo?
Pues ya lo dice Leiva, no dejándose deslumbrar por su efecto.
Ya no me deslumbra el efecto
Leiva
solo quiero aprender a vivir con ello
Y el éxito, el humo, la influencia (ya sea digital o analógica – después de +20 años trabajando ya aprendí un poco de esto) son volátiles, ya nos lo recordaba Lao Tsé mucho antes que Leiva 😁
Las cosas, ora preceden, ora siguen.
Lao Tsé, Tao Te King
Algunas son como un soplo cálido,
otras, como un viento frío.
Las cosas, ora son fuertes, ora débiles,
ora flotan, ora se hunden.
Por eso, el Sabio evita
todo exceso de cantidad,todo exceso de medida
y todo exceso de forma.
Es cierto que influir es guay, que es fácil sentirse atraído por su efecto, y que uno se siente poderoso cuando su voz es fuerte y escuchada, pero es fundamental distinguir la popularidad de la influencia real y centrarse en cultivar tu área de genialidad y tu ejemplaridad.
Si no lo haces por principios, hazlo por tu propia sostenibilidad, hacer el bien y ser íntegro ¡es mucho más sostenible!
Y si quieres saber mas, es fácil, ¡he escrito un libro entero sobre este tema! 🙂
Influir con honestidad no es solo popularidad sino prestar un servicio valioso a otros. Las personas populares «influyen» por lo que dicen y aparentan (personas de éxito); Las personas influyentes por su ejemplaridad y lo que son (personas de prestigio).
Agustín Carreño, extraído de nuestro libro Influencers
Pd.: Foto de portada por cortesía de ArtTower.