La aprendí de Jack Schafer, ex agente del FBI, experto en análisis del comportamiento y autor de Despierta tu encanto, con quien tengo un proyecto secreto que todavía no te puedo contar 🙂
La Regla de Oro de la Amistad sostiene que si quieres gustarle a otras personas debes hacer que se sientan bien consigo mismas. Así de sencillo. Si cada vez que estás conmigo te hago sentir bien, querrás repetir. Funciona siempre.
¿Por qué si parece tan sencillo no suele ser tan fácil? Porque típicamente pensamos más en nosotros mismos que en los demás, y mantenemos el foco de las conversaciones en nosotros y no en la persona con la que estamos hablando. La ironía es que las personas con las que hablamos también tienen una perspectiva egocéntrica. Ellas piensan que deberían ser el foco de la conversación. La consecuencia es que cuando hablamos con otros, estamos enfocados en nosotros mismos, y las personas con las que hablamos están también enfocadas en ellas mismas.
¿La solución? Acostumbrarnos (como si fuera un kata mental) a llevar el foco de atención hacia la otra persona a través de afirmaciones empáticas, que muevan el interés desde nuestro ego a los sentimientos y emociones de los demás.
Gracias Jack. Ya desvelaremos nuestro secreto en 2017 🙂