¿Aburrido de soporíferas sesiones en PowerPoint? ¿Harto de documentos escritos en 4:3 o 16:9 plagados de texto, diagramas, matrices y referencias? ¡Bienvenido a la revolución de LegoPoint! 🙂
Llevo toda la vida haciendo PowerPoints. Tanto que muchas veces pienso en PowerPoint, y veo transparencias en lugar de conceptos. Por eso, desde hace un par de años, prefiero hablar que proyectar, mantener una conversación antes que seguir una secuencia mecánica de transparencias predefinidas.
Por si fuera poco, se da la perversión de que, una vez que haces una presentación… ¡quieres contarla entera!
Aunque en la transparencia nº 3 sea evidente que a tu público no le interesa para nada lo que estás costando… ¡no puedes parar! Como te la has currado sientes la necesidad de recorrerla entera provocando un sopor innecesario.
Creo que, en lugar de presentar de forma tradicional, es mucho más interesante construir historias con tus manos (con Lego), y diseñar la metáfora y el relato de lo que quieres compartir.
Créeme, se pueden contar cosas muy complicadas de forma muy sencilla.
Una vez construida tu presentación, la colocas encima de la mesa de reunión y cuentas la historia.
Puedes llevar la presentación hecha de casa o, si no tienes miedo a lo que pensarán de ti, volcar una caja de Lego en tu puesto de trabajo y ¡ponerte a construir!
Bauticé a esta revolucionaria técnica como LegoPoint, y siempre que la utilicé funcionó genial, por muchas razones:
- Aviva la curiosidad y rompe el hielo.
- Hace más sencillo construir un relato.
- Facilita la participación de los demás comentando aspectos del LegoPoint.
- Garantiza el recuerdo, porque la metáfora es una poderosa herramienta de comunicación.
- Facilita la toma de decisión, la identificación de cuellos de botella y llegar a acuerdos sobre la construcción.
Si no lo has probado te animo a que lo hagas, y, si quieres saber más, aquí puedes descubrir más cosas que hacer con Lego.
