Como estas semanas de confinamiento por el Covid19 estoy leyendo en exclusiva libros sobre el futuro (Superinteligencia, Homo Deus y Vida 3.0) no he podido dejar de cuestionarme qué respuesta le habría dado una máquina a esta crisis y las distintas respuestas que han dado los diferentes países.
Ya hemos podido comprobar el efecto de las decisiones de distintos seres humanos. Desde estrategias preventivas, como los tests masivos en Corea del Sur o Alemania, la respuesta tardía del eje negacionista Trump-Bolsonaro, el desarrollo de la inmunidad británica de Boris Johnson, o, en el caso de España, donde hemos corrido a abrazarlo con premeditación y alevosía.
No sé a ti, pero a mí me han quedado 3 cosas claras de todo esto.
Lecciones aprendidas
Lección 1: No hay ningún adulto en la habitación
El Covid19 ha llegado sin la presencia de ningún adulto en la habitación.
Nuestros políticos están más o menos bien para cuando el sistema funciona por inercia. Pero, cuando nos enfrentamos a una situación como la actual, te das cuenta de que no hay ningún adulto al frente.
Esta crisis ha dejado al desnudo una profunda crisis de liderazgo.
Lección 2: Ninguna institución a la altura de las circunstancias
También ha puesto de manifiesto la debilidad de nuestras instituciones (nacionales y transnacionales).
Cada día somos testigos de respuestas desiguales, descoordinadas y en algunos casos insolidarias (para muestra, las declaraciones del ministro de finanzas holandés, Wopke Hoekstra, o la posición dubitativa de Alemania), así como el rol anecdótico de organizaciones como la OMS, sin la más mínima capacidad operativa/ejecutiva.
Lección 3: Necesitamos enfrentarnos juntos a los grandes retos como especie
Y, por último, nos ha obligado a frenar nuestras vidas en seco, mirarnos con humildad, replantearnos nuestro sistema de valores, bajar varios peldaños en la pirámide de Maslow, y darnos cuenta de que necesitamos estar más unidos que nunca y responder juntos a los grandes retos a los que nos enfrentamos como especie.
Somos profundamente interdependientes, y un estornudo en Wuhan puede, tres meses más tarde, causar el pánico en Madrid y mantener a un tercio de la población del planeta confinada en sus casas durante meses.
¿Qué vamos a necesitar cuando el Covid19 pase?
Por eso, más que nunca, vamos a necesitar:
Acción 1: Que los mejores de nuestra especie den un paso al frente
Necesitamos que los mejores de nuestra especie se pongan al frente, como decía Bostrom en su libro superinteligencia.
Necesitamos sustituir a nuestros dirigentes, la mayoría de ellos más preocupados por su ego y anclados en discursos populistas que alimentan la confrontación, por líderes que trabajen por lo que nos une, ¡necesitamos líderes centrípetos! Profesionales, intelectuales, académicos… ¡un paso al frente!
Acción 2: Creación de nuevas instituciones para dar respuesta a riesgos existenciales
Necesitamos nuevas instituciones con capacidad operativa para debatir y ponernos de acuerdo en la respuesta (planetaria) ante riesgos o amenazas existenciales (pandemias, cambio climático, armas nucleares, biotecnología o explosión de inteligencia artificial). Las instituciones que tenemos se han mostrado insuficientes.
Acción 3: Desarrollo de una nueva forma de ética interdependiente
Necesitamos un nuevo sistema de valores, una nueva forma de ética basada en la interdependencia. Todos estamos juntos en esto. Este es un tema que me apasiona y me temo que voy a escribir más sobre él.
Hemos avanzado mucho en nuestra lucha contra el hambre, la enfermedad y la guerra, pero…
Como nos recuerda Harari, la mal llamada «gripe española» (porque no se originó en España), mató entre 50-70 millones de personas en el mundo, cuando la población del planeta era de (aprox.) 2.000 millones de habitantes.
A día de hoy, el Covid19 ha matado a 65.000 personas sobre una población 4 veces superior. Aunque a los medios les guste compararlas no son comparables.
El Covid19 también pasará, y la mayoría de nosotros nunca olvidaremos este año en el que el mundo se detuvo, pero nos puede ayudar a aprender de la experiencia para reaccionar juntos ante amenazas significativamente superiores, porque su efecto no es comparable al que tendrá el cambio climático, un invierno nuclear, o una explosión descontrolada de inteligencia artificial.
¿Qué hubiese hecho una IA y qué el ser humano?
Es posible que una IA con datos suficientes, y dependiendo de su estrategia de maximización de objetivos, hubiese adoptado la posición de Corea del Sur, y, en ausencia de datos, la posición inicial británica, forzar el contagio y la inmunidad controlada, sacrificando unas cuantas decenas de miles de personas, sin penalizar el tejido productivo y suavizando el impacto económico y social de una posterior crisis.
Es una decisión racional, es posible que la más práctica, pero es poco humana.
Lo que hace grande al ser humano, que estamos viendo cada día en heroicidades cotidianas y que nos diferencia de las máquinas, es que no quiere dejarse a nadie atrás.
La vida de una sola persona justifica cualquier esfuerzo.

Lo que nos diferencia es nuestro latido, la inteligencia que emana del corazón (y no del cerebro), y ahora más que nunca necesitamos latir juntos, contar con líderes que nos hagan latir juntos, y con instituciones lo suficientemente fuertes que nos ayuden a remar juntos en la misma dirección.
Y tú, ¿qué opinas?