Lo que nosotros llamábamos Walking-Creativity para estimular la creatividad mientras mantenemos reuniones caminando, los japoneses lo llaman Shinrin-yoku (baño de bosque en japonés), y consiste precisamente en eso, en pasear por los bosques y darse un «baño de bosque», absorbiéndolo a través de los cinco sentidos y mejorando nuestra salud y nuestra felicidad.
Lo dice Nilofer en su TED talk
En la TED talk de Nilofer Merchant ya nos recomendaba tener reuniones paseando, y yo me enganché obsesivamente a esto (como seguro que sabes, me preparé una de las maratones en los pasillos de la oficina)
Lo dicen en Stanford
También compartí en su día el artículo de Marily Oppezzo y Daniel L. Schwartz, de la Universidad de Stanford, sobre los efectos positivos de caminar en el pensamiento creativo.
Al moverte estás liberando tu cuerpo y creando una atmósfera más cálida, receptiva y abierta a la creatividad.
Y lo dice la Universidad de Michigan
Y hace unos días me pasaron un artículo sobre Le co-walking en francés 🙂 (gracias Víctor) y el que publicó El País sobre el Shinrin-yoku (gracias Gerardo), que a su vez hace referencia a estudios de la Universidad de Michigan que muestran como la memoria a corto plazo mejora un 20% al dar paseos por el bosque.
¡Todo son ventajas!
Ya ves, ¡todo son ventajas!

Yo practiqué el Shinrin-yoku (sin saber que se llamaba así) hace unos años.
Hicimos 10 focus groups con todo el equipo de dirección (en grupos de 10 personas) y, tras mandar un mensaje de agradecimiento a cada grupo por su participación, quedaba a pasear por el parque con las personas (1 a 1) que más receptividad habían mostrado en la sesión tras el mensaje.
Fue una experiencia muy chula, caminar por el precioso parque de la Quinta de los Molinos (imagen de la derecha), justo enfrente de nuestras oficinas de la calle Alcalá, con personas que acababa de conocer.
Así que si la próxima vez que nos vemos te propongo un paseo por el parque, no te extrañes, es para practicar Shinrin-yoku 🙂